martes, 13 de septiembre de 2016

Hay más felicidad en dar que en recibir. Hechos 20, 35



¿Para qué dar la vida por los demás cuando puedes vivir cómodamente?


Lo veo dia a dia. Ahora hay que vivir a tope, disfrutar, conocer cosas nuevas..... etc etc etc. Y cuando se trata de los niños estamos obligados a darles una infancia memorable. Así somos, centrados en lo material. 
Eso es lo que importa, y lo material es que hay que viajar, hay que cuidarse hasta el extremo, mis hijos tienen que ir a todas la extraescolares.... y, ¿qué queda de ese afán por hacer de nosotros y de los demás personas con valores? Nos olvidamos de los valores. De transmitir valores. 
Un niño de tres años tiene que ir a baile, pintura, inglés, alemán y francés, informática, robótica etc pero ¿me acuerdo de decirle que sea generoso, que no juzgue ni critique, que ayude a sus compañeros , que haga caso al profesor, que sea amable, solidario, justo y optimista?
Cuesta trabajo, pero el corazón del hombre está hecho para amar, no a uno mismo, sino a los demás.